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Almería recuerda los dos años del estado de alarma

Centro de Almería
La Puerta de Purchena, desierta, en marzo de 2020

La pandemia ha dejado tras de sí en este tiempo 1.146 fallecidos en la provincia y el vergonzoso ‘Caso Mascarillas’ del PP en la Diputación

Un 14 de marzo de hace dos años, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretaba el estado de alarma en España, el primero en Democracia, con la intención de frenar la expansión del SARS-CoV-2, un tipo de coronavirus desconocido hasta pocas semanas antes y que terminaría provocando una pandemia internacional de dimensiones insospechadas. Las calles de Almería, como las de tantas otras ciudades de todo el mundo, se quedaron desiertas de la noche a la mañana, en un intento colectivo por preservar la salud pública, inédito hasta entonces.

En estos dos años, muchos aspectos de nuestras vidas han cambiado radicalmente. La mayor pérdida ha sido la de vidas. Sólo en la provincia de Almería, el coronavirus se ha llevado por delante los sueños de 1.146 personas, dejando un terrible vacío a sus familiares.

En este lapso, ha habido tiempo para agradecer el esfuerzo que realizaron y siguen realizando los profesionales sanitarios. La sociedad los aplaudió emotivamente en los primeros tiempos de la pandemia, aunque el Gobierno andaluz no ha sabido estar a la altura y sigue sin resolver la falta de medios y personal que provocó el covid-19 en la sanidad pública andaluza.

El desastre económico se evitó gracias al ‘escudo social’ desplegado por el Gobierno de España para defender fundamentalmente a las pymes y los autónomos, aunque la economía europea ha resultado dañada y los estados deberán realizar un gran esfuerzo en los próximos años para volver a crecer, fundamentalmente a través de los Fondos de Recuperación habilitados por la UE.

En la provincia de Almería también quedará el recuerdo de cómo, mientras se vivía una situación tan dramática, hubo quien, presuntamente, se encargó de desviar dinero de las arcas públicas a sus bolsillos aprovechando la pandemia. El ‘Caso Mascarillas’ del PP en la Diputación de Almería, con el presunto cobro de comisiones de hasta 400.000 euros por un vicepresidente de la institución, sigue pendiente de que la justicia determine las responsabilidades, aunque el daño moral a la sociedad almeriense ya está hecho.

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