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Campo Baeza, Premio Nacional de Arquitectura, repasa su obra en Almería y pide recuperar el encalado de las cubiertas de la antigua Universidad Laboral

ALBERTO CAMPO BAEZA_ARQUITECTO
Alberto Campo Baeza.

Alberto Campo Baeza,  Premio Nacional de Arquitectura (2020), ha participado en una de las conferencias que organiza el Colegio de Arquitectos de Almería (COOA), en la que ha hecho un exhaustivo recorrido por las obras con las que el ‘arquitecto de la luz’, muy vinculado con la provincia, ha dejado su impronta del orden, la aparente sencillez y la precisión en Almería. Entre ellas, la antigua Universidad Laboral, un edificio que ha sido protegido por su valor arquitectónico, y sobre el que Campo Baeza ha pedido recuperar el encalado de las cubiertas, una característica perdida tras la ejecución de trabajos de impermeabilización, los cuales han repercutido en la estética y funcionalidad a restituir.

Las circunstancias derivadas de la crisis sanitaria no han frenado la actividad cultural y formativa del Colegio de Arquitectos de Almería, si bien sí ha obligado a reorganizarla en formato online, empleado en este encuentro entre el galardonado arquitecto y los profesionales almerienses. Celebrado recientemente, Campo Baeza desgranó, con bocetos, planos y maquetas, el proceso de creación y desarrollo de espacios tan significativos para Almería como la plaza de la Catedral, la Delegación Territorial de Salud o la  Universidad Laboral, así como su último proyecto en la provincia, una vivienda en Mojácar, actualmente en construcción, que firma con el arquitecto almeriense Modesto Sánchez (Premio Arco por el Mercado Central), encargado de la presentación de la conferencia junto al decano del COAA, José Díaz.

Bajo el título Buscar denodadamente la belleza, el mismo de su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Campo Baeza abundó sobre el esfuerzo de los arquitectos también en conseguir obras que resistan al tiempo. Una de las primeras que encaró en Almería fue de la mano de uno de sus maestros,  Julio Cano Lasso: la Universidad Laboral (1976). “Era un mocoso y, con una generosidad extrema, Cano Lasso me hizo firmar y cobrar como un arquitecto”, recuerda de esta colaboración que forjó un edificio docente de “arquitectura árabe, donde prima el orden”, los “juegos de volúmenes”, la vegetación de “especies autóctonas” y los “lucernarios emergentes” en este sistema de calles, que engarzan las aulas y despachos, y  desemboca en un patio central. La luz, siempre la luz, el “material más lujoso” para este arquitecto, se muestra también en esos lucernarios y el encalado del edificio, técnica empleada en fachadas como cubiertas. “La cubierta se impermeabilizó y Lasso decidió encalarla. Térmicamente funciona para refrescar los espacios, la sabiduría ancestral, esto que ahora le llaman sostenibilidad”. Campo Baeza, en su conferencia, hizo una llamada de atención sobre el resultado de los trabajos de impermeabilización llevados a cabo en el actual IES Sol de Portocarrero, que han dejado una cubierta oscura, visible desde el aire (los aviones sobrevuelan este espacio), que además de sufrir un desgaste más rápida, restan frescor y cambian la estética ideada para este edificio, que ya goza de protección como patrimonio cultural de Almería – está, como recordó el decano, incoado el expediente para su declaración como BIC, mostrando Campo Baeza imágenes del antes y después.

Plaza de la Catedral (2000)

De la “belleza directa” de la Universidad Laboral, Campo Baeza aterrizó en la plaza de la Catedral, donde la sencillez arquitectónica de nuevo imprime el carácter de este espacio que recuperó Almería, con una alfombra adoquinada de mármol de Macael y el juego de palmeras, en “orden estricto con respecto a los contrafuertes de la Catedral”, como elementos básicos de esta intervención que, junto a Modesto Sánchez, es firma también del Premio Nacional de Arquitectura, que precisamente tituló Palmería.

 Delegación de Salud (2002)

De nuevo junto a Modesto Sánchez y los arquitectos José María García y Francisco Salvador Granados, Campo Baeza recibe otro encargo de Almería: la nueva Delegación de Salud, mediante la ampliación del antiguo edificio, sobre la que mostró los primeros bocetos y la evolución de esta “caja de piedra” que, en función del momento del día y la consiguiente apertura de ventanales, vierten al paisaje urbano un edificio dormido o despierto sobre el que descansa un belvedere o mirador desde el que contemplar toda la ciudad. “Un proyecto de arquitectura es una investigación permanente, que hace que el proyecto madure hasta el último momento”, apreciaba Campo Baeza de esta evolución que aún hoy continúa de manera natural sobre la manchas de óxido de la piedra que “le dan aún mayor fuerza a la fachada” de la Delegación Territorial de Salud de la Junta de Andalucía.

Casa de Mojácar

Actualmente, Campo Baeza y Modesto Sánchez vuelven a colaborar en el proyecto de construcción de una vivienda unifamiliar en Mojácar, con un diseño respetuoso con las líneas generales que Roberto Puig estableció para este pueblo blanco mirando al mar. Salvando las dificultades de un terreno inclinado, las soluciones arquitectónicas están sirviendo para atrapar la luz de Almería.

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