El carnaval de Cantoria, uno de los más importantes de la provincia de Almería por el elevado número de peñas que participan en los tradicionales pasacalles, toca a su fin este fin de semana con la toma de Almanzora por los disfraces en una fiesta que comienza a las cinco de la tarde y se prolonga durante toda la jornada.
“Estos últimos años hemos apostado especialmente por la recuperación y potenciación de esas fiestas que son muy nuestras, y realmente sólo hemos hecho lo que nos pedía la gente, pero también es cierto que ahora se sienten atendidos y eso ha motivado una verdadera explosión de nuestro carnaval como nunca se había visto”, afirma Puri Sánchez, alcaldesa socialista de la localidad.
La puesta en escena de las peñas o grupos que comparten motivo para sus disfraces, la visión sátira de la más rabiosa actualidad y un entorno único en la provincia con salida del pasacalles desde el Palacio a las cinco de tarde en el caso de Almanzora, hacen de esta etapa final del carnaval uno de los principales atractivos de la Comarca del Mármol de Almería. “Es muy difícil imaginar cómo se vive el carnaval de Cantoria y Almanzora si al menos no se viene una vez a vivirlo, ya que es una tradición muy arraigada y que los propios jóvenes se encargan año tras
año de mantener viva con un número de peñas cada vez mayor. De hecho podemos decir que es casi una semana de fiesta continua, porque empezamos con el desfile de los grupos en Cantoria, hacemos un alto el camino para reponer fuerzas con el día de las migas, del 28 de febrero, y cerramos con el pasacalles de Almanzora”, asegura la alcaldesa.
En el caso de la palaciega barriada cantoriana, la celebración del pasacalles es, además, la excusa perfecta para comprobar su evolución de los últimos años, con la apertura de un merendero único en la provincia, dotado de barbacoas, lavaderos, aseos, parque infantil y todo ello convertido en el mayor expositor al aire libre de los nuevos materiales fabricados en las factoría de la zona que, aun partiendo de la piedra natural como materia prima, se han convertido en los sustitutos
naturales de la madera para entornos urbanos. Asimismo, la restauración por parte del ayuntamiento de la histórica estación de tren y la adecuación con fondos propios de su entorno, están convirtiendo el lugar en uno de los rincones mágicos del Valle del Almanzora destinados al turismo de interior.
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