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Ecologistas en Acción exige la limpieza inmediata de Palomares

El CIEMAT ha utilizado a sus habitantes como cobayas humanas

La antigua Junta de Energía Nuclear, y los actuales CIEMAT y CSN han engañado a la opinión pública durante décadas diciendo que Palomares estaba limpio de radiactividad mientras utilizaban a los palomareños como cobayas humanas para experimentar los efectos del plutonio sobre los seres vivos y el medio ambiente en general.

Entre los experimentos más relevantes hay que destacar lo sucedido entre el 12 de abril de 1986 y el 14 de junio del mismo año cuando se construyó una gran balsa junto al cementerio, en una zona con muy altos niveles de radiactividad. Los trabajadores-cobaya, sin saberlo, lanzaron al aire las partículas de plutonio allí depositadas. El CIEMAT aprovechó para medir el aumento de la radiactividad en el aire, en las personas, el ganado y los alimentos pero no advirtió a los trabajadores-cobaya de que estaban metidos en una nube de polvo radiactivo, que el viento se encargaba de extender a varios kilómetros de distancia.

En enero de 1988 se volvió a repetir la historia, los trabajadores-cobaya volvieron a construir otra enorme balsa junto a la anterior con la consiguiente dispersión de las partículas radiactivas por efecto del viento. El CIEMAT tampoco adoptó ninguna medida para evitarlo, se limitó a investigar con seres vivos.

Durante los seis meses que duró la construcción de la segunda balsa, el CIEMAT únicamente midió el aumento de la radiactividad, no adoptó ninguna medida paliativa, ni avisó a los trabajadores-cobaya del riesgo que corrían. Con los datos obtenidos, tres científicos del CIEMAT: J. Martínez, A. Espinosa y A. Aragón elaboraron un estudio cuyo objeto era “Determinar experimentalmente la variación de partículas de polvo en suspensión debido a la realización de diferentes labores agrícolas”.

Pero el CIEMAT no se ha limitado a experimentar con seres vivos, sin su consentimiento, ahora hemos descubierto que también utilizan a esa pedanía como almacén clandestino de material radiactivo con la connivencia del Sr. Alcalde de Cuevas del Almanzora que se ha prestado a emitir una nota de prensa conjunta con el CIEMAT justificando este hecho presuntamente delictivo. El Sr. Alcalde en vez de ponerse al frente de sus súbditos para oponerse a los abusos del CIEMAT, ha sufrido el síndrome de Estocolmo y defiende a quienes les utilizan como cobayas.

La última hazaña del CIEMAT ha sido almacenar de forma secreta, como siempre, 5,2 toneladas de material radiactivo en dos contenedores para verduras. También ha almacenado algo más de media tonelada en el centro del pueblo, junto a las viviendas.

La mayor parte de esas 5,8 toneladas estaba legalmente almacenado en la Instalación Radiactiva de 2ª clase, IR-17, sita en el CIEMAT, pero como no es agradable tener cerca material radiactivo, lo han abandonado en dos contendores junto a las balsas de riego, las mismas que sirvieron en 1988 para experimentar con seres humanos “la variación de partículas de polvo en suspensión debido a la realización de diferentes labores agrícolas”.

Pero lo más grave es que el material radiactivo enviado a Palomares el 29 de noviembre de 2016 se ha almacenado en la zona 3, es decir en el centro del pueblo, entre las calles Diseminado la Punta y Paraje Guardicas. Se han almacenado allí 77 cajas de material radiactivo con un peso total de 670 kilos, sin señalización, ni vigilancia alguna, a pocos metros de las viviendas y emitiendo radiaciones gamma.

Este almacenamiento clandestino de material radiactivo se ha realizado sin informe favorable, ni autorización alguna, es decir, sin expediente, a las bravas. El CSN que es quien debe informar favorablemente este tipo de actividades, al tener conocimiento del traslado, se ha limitado a manifestar “el CSN no tiene comentarios”.

Estos hechos están contemplados en el capítulo XIV, sobre infracciones y sanciones en materia nuclear, de la Ley 25/64 de 29 de abril de energía nuclear. También pueden ser constitutivos de un presunto delito relativo a la energía nuclear y a las radiaciones ionizantes previsto y penado en el artículo 345 del Código Penal por lo que Ecologistas en Acción ha pedido a la Audiencia Nacional que ponga los hechos en conocimiento de la Fiscalía por si fuesen constitutivos de un presunto delito.

Sea delito o no, la obligación del CSN es poner coto a esta situación y obligar al CIEMAT a retirar las 5,8 toneladas ilegalmente almacenadas, y a limpiar de forma inmediata los 50.000 metros cúbicos de tierra contaminada que aún está esparcida por Palomares, sin esperar a que algún día el Gobierno de EEUU decida llevarse estos residuos radiactivos a su lugar de origen.

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