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El diván de Ara Malikian llena de ilusión y talento musical el Auditorio Maestro Padilla

Ara Malikian.
Ara Malikian.

Asistir a un concierto de Ara Malikian es como sentarse en el diván de un psicoanalista. El violinista hispano-libanés se abre al público contando su vida, historias que sirven de reflexión sobre lo que realmente es importante en la vida, mientras deleita con un viaje por la música, desde compositores clásicos como Tchaikovsky o Paganini a ídolos del pop como David Bowie o Björk, pasando por composiciones propias. Un recorrido enriquecedor que ha concluido con ‘La Nana Arrugada’, el abrazo emocionado de Ara Malikian a las personas mayores que han fallecido en soledad por la pandemia del Covid.

La actual situación ha provocado que el violinista internacional, afincado en Madrid, haya pasado de 150 macroconciertos anuales a la actual gira, ‘Le petit garage’, a dúo con el pianista cubano Iván ‘Melón’ Lewis. Dos instrumentos que se complementan muy bien, hora y media de deliciosa música, un lujo poder tener en la intimidad a este extraordinario artista. Una cercanía que genera emotividad, y que, de verdad, se disfruta plenamente.

Malikian ha comenzado bajando las escaleras con el violín, que es la extensión de su cuerpo, con mascarilla, que luego se retira ya en el escenario, interpretando los sonidos de su niñez, Armenia y Líbano. De ahí ha pasado a la música con la que ha convivido en diferentes etapas. Sonidos de las bodas judías en Alemania, la composición dedicada a su madre, ‘Loucine’, llena de ternura y emoción, y una milonga argentina, con una historia muy divertida sobre el constructor imaginario de su violín, Alfredo Ravioli, a la que le dedica el tema, ‘La milonga de Alfredo’. También incorpora a contemporáneos con ‘Life on Mars’ de David Bowie y ‘Bachelorette’, de Björk, dos de los artistas que admira. Todas las historias que cuenta, según Ara, son reales, aunque como confiesa “un poco tuneadas”, y así ha relatado que vio a Björk en un vuelo transoceánico donde la “alergia de los armenios a los arenques” le llevó a una ensoñación mágica con la cantante islandesa… No podía faltar una composición de Paganini, ‘La Campanella’, su músico de cabecera, “para mí Paganini está en todos los violines del mundo. Lo necesito a diario para mi estado de forma física y mental”. Y entre los clásicos también ha interpretado a Tchaikovsky con su ‘Valse Scherzo’.

En todos los temas ha demostrado su talento musical, aderezado con el virtuosismo que le caracteriza y que le hace recorrer todo el escenario mientras baila a la vez que interpreta este bello instrumento. Un viaje por composiciones propias, clásicas y contemporáneas, enriquecidas a través del tamiz del violón de Ara.

La relación de Malikian con Almería va más allá de la programación de conciertos. Es un sitio que visita también en su tiempo de ocio, y la ciudad le ha acompañado mientras seguía creciendo su prestigio. Pero las dos últimas paradas no han podido celebrarse, la primera hace dos años por un accidente del artista y la segunda, este verano, por la pandemia del Covid. A la tercera ha sido la vencida, con estrictas medidas de seguridad, dentro de la #culturasegura y en la programación de Navidad del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almeria.

El concierto ha concluido, como comenzó, Malikian se ha colocado de nuevo la mascarilla para bajar del escenario e interpretar entre el público ‘La Nana Arrugada’. Ara dijo en una entrevista reciente que la música le sirven para “sanar y sanarse” y tras escucharle, en la sesión doble, de ayer, día 23, seguro que todo el público iniciará la Navidad con más ilusión y el deseo de que 2020 se olvide pronto y vivamos un 2021 más saludable, con la vacuna y la cultura como las mejores medicinas para la sociedad.

 

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