Las fotografías publicadas ayer por la Junta de Andalucía revelan la relajación con la que el consejero y su equipo están afrontando la crisis del covid-19
La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía publicó ayer en redes sociales unas fotografías de la reunión por videoconferencia que mantuvo el consejero, Jesús Aguirre, con el Ministerio de Sanidad, para abordar la etapa de desescalada progresiva que se abrirá a partir del próximo lunes en la mayoría de los territorios del país. En estas fotografías, que fueron borradas pocos minutos después, se puede observar la relajación que mantiene la cúpula de la Consejería en el cumplimiento de las normas para frenar al covid-19.
Ninguno de los asistentes a dicha reunión mantiene la distancia interpersonal de dos metros recomendada por el Gobierno. Tampoco ninguno hace uso de las mascarillas, que incluso pueden verse arrojadas con descuido sobre la mesa, lo que supone una conducta más que arriesgada, ya que, como el propio consejero sabe, el virus exhalado termina depositándose en las superficies más cercanas.
A la vista de esta fotografía, está claro que, en caso de que un miembro de la cúpula de Salud andaluza caiga enfermo por covid-19, caerán todos. En ese caso, lo más grave no será que Andalucía tenga que seguir gestionando la crisis sanitaria sin sus máximos responsables, sino el pésimo ejemplo que habrán dado a la ciudadanía andaluza.
Con esos barrigones es imposible mantener la distancia. Tanta comilona pagada con los impuestos del contribuyente es lo que tiene.