El presidente del PP de Almería deja a su suerte al presidente nacional de su partido, que lo apoyó con su silencio ante el Caso Mascarillas
El posible espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por parte de miembros del PP supuestamente afines a Pablo Casado ha desatado una tormenta en el Partido Popular que, lejos de amainarse, se recrudece por momentos. Las voces que piden la dimisión de Casado se han multiplicado en las últimas horas, hasta el punto de obligar al presidente del partido a convocar este lunes una reunión de urgencia, con la que ha intentado medir sus apoyos para permanecer en el cargo.
Entre los llamados a la reunión de este lunes en la sede ‘popular’ de la calle Génova de Madrid se han contado dos responsables del PP almeriense: el parlamentario Ramón Herrera y el presidente provincial del PP de Almería y presidente de la Diputación, Javier Aureliano García.
Herrera y García fueron dos de los apoyos que tuvo en Almería Pablo Casado cuando se midió en primarias a Soraya Sáenz de Santamaría. Ahora, el presidente del PP busca revalidar la confianza de ambos, ante el revuelto panorama que tiene ante sí.
De Herrera ya ha conseguido el respaldo público, expresado en sus redes sociales y ante las cámaras de televisión.
Quien no se había pronunciado explícitamente todavía era Javier Aureliano García, que de un lado carga en su mochila con el Caso Mascarillas almeriense –silenciado por Casado– y, por el otro, posiblemente temía vincular su futuro político al del cercado presidente del PP nacional. Finalmente, a través de una entrada en su Twitter, el presidente del PP de Almería ha indicado este martes que «es el momento de dar voz a los afiliados» de su partido a través de un congreso extraordinario «de unidad».
Se el primero en comentar