La Junta de Andalucía crea confusión entre la ciudadanía, haciendo anuncios que quedan desmentidos en cuestión de horas
La descoordinación existente entre las distintas consejerías de la Junta de Andalucía va camino de convertirse en un grave problema para los andaluces, que no tienen claro a qué atenerse en este proceso de desescalada del confinamiento. En los últimos días, han sido varios los anuncios que han decaído, porque eran imposibles de ejecutar o porque otros miembros del Consejo de Gobierno los han desmentido.
El ejemplo más evidente se ha dado en el caso de las playas, que la Junta de Andalucía pretendía abrir para el 25 de mayo, a sabiendas de que esa posibilidad sólo se contempla para la Fase 3 de la desescalada, que se calcula que llegará hacia el 10 de junio. Tras varios días de insistencia en la fecha del 25 de mayo, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, tuvo que admitir este jueves que la apertura sólo se producirá bien entrado el mes de junio, en consonancia con los planes de desconfinamiento que está siguiendo todo el territorio español.
Un problema similar se ha dado con el anuncio de que, con la llegada de la Fase 2, se podrían realizar viajes interprovinciales, una opción que también es inviable, puesto que en el calendario de la desescalada, los viajes entre distintas provincias sólo podrían darse a partir de la Fase 3.
A falta de un programa coherente para afrontar la desescalada, el Gobierno andaluz está insistiendo en los últimos días en presionar al Gobierno de España para que toda la comunidad pase simultáneamente a la Fase 2, a pesar de que las provincias de Granada y Málaga se encuentran aún en la Fase 0. En este sentido, el vicepresidente Marín defendía este jueves que Andalucía estaba en ya situación de poder pasar a la Fase 2. Sin embargo, con apenas unas horas de diferencia, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, avisaba del riesgo de un «problema serio de colapso» sanitario si se bajaba la guardia.
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