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Lubrín | El ayuntamiento gana la batalla judicial a una empresa que ofertó a la baja una obra pública y la convirtió en “chapuza inacabada”

Calle de Lubrín
Calle de Lubrín

El Ayuntamiento de Lubrín ha ganado la batalla
judicial por una obra de la Diputación Provincial de Almería con cargo al
programa Acelera 2020, que fue ganada en concurso público por la
empresa Inversiones y Promociones Tágilis, con el presupuesto más bajo
de cuantas presentaron oferta. Iniciadas las obras, los retrasos y un largo
etcétera de anomalías que llegaron a bloquear el centro neurálgico de la
localidad durante las pasadas navidades, llevaron al Consistorio a tomar
las riendas de la situación, dando por terminada la actuación de la
empresa tras varios días de abandono y contratando a un tercero para que
devolviese a la normalidad las calles de la localidad. “La respuesta de la
empresa constructora Iglemar, subcontratada por la que ganó el concurso,
fue presentar una denuncia contra el Ayuntamiento imputándonos unos
supuestos hechos penales, por haber tomado las riendas de los destrozos
que causaron. Unos meses después el juzgado de Instrucción Nº 3 de Vera
ha sobreseído la causa ordenando su archivo, negando que exista
infracción penal alguna, pero el problema es que aunque hemos
conseguido normalizar la situación en las calles del pueblo, la empresa en
cuestión utilizó un solar del polígono industrial como si fuese un
vertedero. Ahí han dejado todos sus escombros, cuando es algo, en primer
lugar, ilegal pero, además, en parajes como Lubrín sencillamente no nos lo
podemos permitir”, afirma el alcalde Domingo Ramos.

El primer edil ha pedido una actuación urgente de la Diputación Provincial
con el fin de que revisen tanto el modelo de contratación como la
supervisión de las obras que se llevan a cabo en los municipios de interior.
“Saben perfectamente que para cualquier pueblo como el nuestro de
apenas 1.500 habitantes una mínima obra es un mundo. Saben que nos
cuesta horrores conseguir la más insignificante inversión pública y
muchísimo mas mantener unos mínimos de habitabilidad que nos
permitan retener empresas y población, por lo que es inadmisible que
miren hacia otro lado cuando se dan este tipo de actuaciones. La función
de la institución provincial es, o debería serlo, defender a los pueblos más
pequeños”, comenta el alcalde.
Domingo Ramos batalla desde el mes de diciembre para que se den por
finalizadas las obras, previa retirada de los escombros vertidos en el
polígono industrial con sendos escritos e informes presentados durante
enero, febrero y marzo “pero parece que no sólo existe un claro interés en
que nos den poco sino que, además, debe haber quien lucha expresamente
para impedir que llegue lo más mínimo al pueblo. En política hay que
aprender que las elecciones son cada cuatro años, y se ganen o se pierdan,
a partir de ahí la función de todos es luchar por mantener el pueblo, y no
torpedear cualquier mínima oportunidad de conseguir algo positivo”,
concluye el primer edil de Lubrín.

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