
La parálisis de la Junta de Andalucía por estar trabajando todavía con el presupuesto de 2021 obliga al presidente a terminar la Legislatura anticipadamente
El Parlamento de Andalucía quedará disuelto este martes, 26 de abril, como paso previo a la celebración de nuevas elecciones el próximo 19 de junio. Después de meses especulando con la posibilidad de un adelanto electoral, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha terminado de deshojar la margarita y ha fijado la fecha para celebrar elecciones a las puertas del verano, lo que significa poner fin a la Legislatura con cinco meses de antelación.
Moreno Bonilla ha argumentado que Andalucía necesita encarar 2023 con un presupuesto nuevo, algo que no habría sido posible si las elecciones se hubieran celebrado cuando tocaban, esto es, en el mes de diciembre.
Efectivamente, la Junta de Andalucía está instalada en la parálisis, pero ha sido por la voluntad de PP y Ciudadanos, que no quisieron alcanzar un acuerdo con el PSOE para aprobar unas cuentas en 2022. De este modo, se sigue trabajando con el presupuesto de 2021 prorrogado, con las limitaciones que ello conlleva y que fueron admitidas por el propio consejero de Hacienda, Juan Bravo, el pasado mes de abril, cuando llegó a asegurar que “por no tener presupuesto» del año en vigor, sino el presupuesto de 2021 prorrogado, “en vez de estar pensando en generar, generar y generar, nos dedicamos a trámites administrativos”.
De cara a la nueva Legislatura, Moreno Bonilla confía en poder revalidar su mandato con Vox como socio de gobierno y aprobar con él las nuevas cuentas. De hecho, el Partido Popular ya ha empezado a blanquear a la fuerza de extrema derecha. En este sentido, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, recién nombrado número tres de la dirección nacional del PP, auguró en 2021 que “antes o después” habría que “unir las fuerzas del centro-derecha”. Este pasado fin de semana ha asegurado que Vox “es un partido democrático”.
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