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Opinión | El negocio del siglo

Duarte Antonio Rocha
Duarte Antonio Rocha

Duarte Antonio Rocha, secretario de Servicios Sociales, Formación, Empleo y Capacidades Diferentes del PSOE de Adra

Desde el primer día en que Moreno Bonilla (PP) llegó a la Junta de Andalucía, no ha parado de destrozar y desmantelar la sanidad pública y de favorecer la privatización. Moreno Bonilla no entiende la salud como un derecho que tienen los andaluces y andaluzas, para él es un simple negocio, como podemos ver.

Los sindicatos sanitarios han denunciado en reiteradas ocasiones que la Junta está aumentando las operaciones menores que deriva a la sanidad privada mediante conciertos, como son las operaciones de cataratas, de verrugas, de juanetes, de lunares…

La realidad es que, en 2021, la Junta ha alcanzado una cifra récord de derivaciones de pacientes de centros de sanidad públicos a centros privados. Según datos oficiales, las derivaciones para ingresos hospitalarios de pacientes alcanzaron la cifra de 858.529 personas, de las cuales 772.310 fueron para estudios diagnósticos y pruebas funcionales. Todo ello ha supuesto un coste de más de 200 millones de euros.

Los jefes de servicios están al margen de estas derivaciones a la privada, no controlando qué pacientes se mandan y cuáles no. Esto genera malestar entre los propios profesionales.

Además, algunos pacientes que son derivados terminan siendo rechazados por el propio centro privado por la complejidad del caso y son devueltos a la sanidad pública. Este proceso se dilata en el tiempo y los pacientes empeoran su patología, cómo está ocurriendo.

En cualquier caso, la sanidad privada en 2021 recibió un total de 463 millones para especialistas, diálisis y concierto de hospitales y en 2022 la cifra crece de forma notable y alcanza los más de 662 millones, un gran incremento de casi 200 millones en un solo año.

Si alguien va a salir ganando de la pandemia o de la pospandemia que estamos viviendo esa es, sin duda, la sanidad privada, gracias a la inestimable colaboración del Gobierno de Moreno Bonilla. La sanidad privada está haciendo el negocio del siglo.

Los seguros de sanidad privada en Andalucía han pasado del 16% al 20% de la población, y siguen creciendo, alcanzando los 1,7 millones de personas. Esto significa un aumento de casi 100.000 en un solo año.

Pero no queda aquí la cosa, puesto que el consejero de Salud se dedica a visitar hospitales privados y los promociona, como hizo hace algunos meses cuando acudió al Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla. Mientras tanto, hace unas semanas, el recién remodelado centro de salud de Martos (Jaén), vendido a bombo y platillo por la Junta de Andalucía y con un coste superior al millón de euros, se ha desvelado como una monumental chapuza y se ha inundado con las lluvias.

Cada día que pasa el Gobierno andaluz habla de vuelta a la normalidad en la Atención Primaria pero lo cierto es que se incrementan más y más las protestas de médicos, enfermeras, sindicatos sanitarios y de los andaluces y andaluzas ante el destrozo que está llevando a cabo Moreno Bonilla en la sanidad pública. En Adra, presentamos una moción para reclamar un plan de choque ante la demora de citas, el colapso todas las mañanas a la hora de pedir cita, la falta de profesionales y para la concejal de Servicios Sociales todo estaba muy bien. Sinceramente, no entiendo cómo puede una concejal tapar la pésima gestión del presidente de la Junta: o no se pone mala, como sí hacen la gran mayoría de abderitanos y abderitanas, o tiene un seguro privado.

Hace unos meses, Moreno Bonilla echó a 8.000 sanitarios a la calle por un lado y, por otro, a otros 12.000 sanitarios. Faltan médicos, faltan enfermeras, siguen aumentando las jubilaciones que no se cubren, no se cubren vacaciones, ni bajas, se doblan turnos, no se ha cumplido el acuerdo que adquirió el presidente andaluz con la carrera profesional para más de 40.000 sanitarios, la Atención Primaria está bajo mínimos y las listas de espera se han disparado.

En definitiva, es un daño terrible el que se está haciendo a la sanidad pública, pero Moreno Bonilla lo tiene muy claro: su modelo es que quien pueda pagarse la visita a una consulta privada o la suscripción de un seguro privado, lo haga. Y quien no tenga dinero para pagarlo, queda condenado a sufrir este sistema sanitario injusto. Ha convertido la sanidad en el negocio de unos pocos. ¿Esto era el cambio a mejor para Andalucía? Era el cambio, pero a peor.

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