Las comarcas del interior de la provincia siguen sin recuperar los servicios de transporte público que perdieron con motivo del estado de alarma
Vecinos de avanzada edad y sin vehículo privado. Esta descripción se ajusta a una enorme parte de los residentes de las comarcas del interior de la provincia de Almería, que están sufriendo el drástico recorte realizado por la Junta de Andalucía en las líneas de autobús que hasta marzo conectaban estos pueblos entre sí, con la capital y con otras zonas que concentran servicios, como el Poniente.
Los vecinos de Paterna y Bayárcal, por poner dos ejemplos, no tienen manera de llegar en autobús al Hospital de Poniente si la cita con el especialista no les cae en lunes o en viernes, ya que el servicio de conexión con El Ejido ha quedado reducido a estos dos días. En otros pueblos como Ohanes han pasado de tener un autobús diario a verlo pasar, igualmente, sólo dos días en semana.
Este recorte en las frecuencias de autobús se produjo coincidiendo con el estado de alarma, ante la súbita reducción de la movilidad que provocó el confinamiento. Sin embargo, a día de hoy las restricciones a la movilidad ya han desaparecido y, sin embargo, la normalidad sigue sin regresar a las zonas rurales de Almería.
Ante las protestas de los alcaldes, la Consejería de Fomento sigue haciendo oídos sordos. La Diputación de Almería tampoco ha querido intervenir en este asunto, pese a que proclama que una de sus principales preocupaciones es la despoblación. Entre los alcaldes, empieza a extenderse el temor de que la supresión de los autobuses vaya a ser definitiva, con la excusa de la pandemia, como está intentando hacer también el Gobierno de Moreno Bonilla en temas de salud o educación.
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