Manolo García cree que la degradación de este lugar, que ha recordado que fue un “capricho personal” de Gabriel Amat, es la mejor demostración del grado de “dejadez y absoluta desidia” que ha alcanzado Roquetas de Mar
Manolo García cree que la degradación de este lugar, que ha recordado que fue un “capricho personal” de Gabriel Amat, es la mejor demostración del grado de “dejadez y absoluta desidia” que ha alcanzado Roquetas de Mar