La Unidad de Control Cívico de la Policía Local de Roquetas de Mar ha hecho balance de las actuaciones llevadas a cabo desde el 1 de enero
La Policía Local de Roquetas de Mar continúa redoblando esfuerzos en todos sus servicios para ofrecer a los ciudadanos la máxima seguridad para afrontar la crisis sanitaria y que desde hace ya casi un año le ha llevado a reforzar todos los turnos en tareas específicas como vigilancia de plazas, precinto de parques infantiles y zonas de calistenia, control horario cierre establecimientos, distancia seguridad, uso mascarilla y demás normativa sanitaria.
La creación de la Unidad de Control Cívico en marzo de 2020 ha permitido llevar a cabo numerosas tareas en las que la Policía Local ha ido trabajando y adaptando sus servicios y protocolos al escenario de cada momento en cuanto a lo que la legislación al respecto va prohibiendo o permitiendo.
Una de sus labores ha sido el control de confinamiento de los positivos por COVID que tienen su domicilio en Roquetas y que diariamente comunica la Delegación Territorial de Salud y Familias de Almería. Desde el pasado 1 de enero, se han llevado a cabo controles en más de 1300 casos de confinamiento domiciliario. Asimismo colaboración con los Rastreadores del Distrito Poniente en relación a los positivos que por algún motivo no se pueden localizar, habiéndose informado más de 100 personas en este mismo período.
En esta “tercera ola” que comenzó a primeros de diciembre ha intensificado otra vez las tareas de inspección y vigilancia del cumplimiento de las medidas sanitarias y restricciones establecidas en función del grado de alerta en que se ha visto encuadrado el municipio según la tasa de contagios recogida en Distrito Poniente por la Consejería de Salud y Familias.
En este período la Policía Local ha inspeccionado más de un centenar de establecimientos en relación a las medidas sanitarias y sancionado a 63 de ellos, de los cuales 3 eran reincidentes, por lo que fueron desalojados y se elevó propuesta de clausura.
El balance señala que las denuncias se han formulado principalmente por incumplir el horario de cierre, permitir el consumo en barra, no respetar la distancia de seguridad, no se hacer uso de mascarilla mientras no se consumía, permitir fumar en su interior o en la terraza sin respetar la distancia, superar el aforo permitido, tener televisión con música conectada a altavoces y, en dos de ellos, el consumo de cachimbas en su interior.
Se han inspeccionado y desalojado más de 30 viviendas en las que se estaba ejerciendo la actividad de venta de todo tipo de bebidas, música a gran volumen y presuntos pisos de alterne. Viviendas en las que se ha comprobado que se superaba el aforo, no se hacía uso de mascarilla y se fumaba en el interior de los mismos por lo que todos fueron desalojados, las personas que se encontraban allí y responsables de los mismos propuestos para sanción en función de las prohibiciones incumplidas. Incluso, tal como informa el balance, se ha llegado a desalojar una fiesta en un piso con más de 40 personas en su interior, algunas de las cuales al percatarse de la presencia policial huyeron por el balcón y ventanas desde la primera planta al exterior.
En cuanto a las denuncias tramitadas por no respetar la distancia de seguridad o no usar la mascarilla en la vía pública, se han formulado 2500 denuncias, además de las ya 2319 tramitadas desde el comienzo de la pandemia por infracciones al Estado de Alarma.
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