El Ministro de Cultura y Deporte, José Guirao Cabrera, clausuró en Serón las jornadas ‘Orgullo rural’; primera experiencia en Andalucía cuyo objetivo se ha centrado en poner en valor el mundo rural y la dignidad del campo. Guirao Cabrera entregó el premio al ‘Patrimonio Humano viviente’ a varios agricultores y ganaderos de los pueblos de las comarcas de Baza (Granada), los Vélez y Almanzora y los correspondientes a dibujo y concursos de relatos organizados por la Universidad de Murcia.
El ministro reconoció el gran reto que supone la lucha contra la despoblación y el desarrollo equilibrado de las zonas rurales “vitales y fundamentales para el resto de la sociedad”; que según explicó debe sustentarse en conseguir la autosuficiencia y generar recursos propios, subrayando la voluntad del gobierno que representa en acometer el desarrollo del mundo rural. “Lo que le falta al mundo rural lo tiene de sobra; solamente hay que adaptarlo a los tiempos actuales. Este gobierno es muy consciente del problema de las zonas rurales y estamos en condiciones de abordarlo. Para ello resultan fundamentales los ayuntamientos y el tejido asociativo local”, expresó durante su estancia en Serón.
El evento, organizado por la Asociación AlVelAl, la Fundación Savia y el Ayuntamiento de Serón, con la colaboración de Cajamar se cerró con la lectura del manifiesto del ‘Orgullo Rural’ donde se recogieron los puntos que estas comarcas precisan para desarrollarse. Este documento, leído por la coordinadora de la iniciativa, Juana Reche y el colaborador, Serafín Cano, sienta las bases de las necesidades y reivindicaciones, así como los valores y recursos existentes en las zonas rurales.
Una plantación de especies autóctonas por parte de escolares del municipio seronés y otras localidades visitantes, el pasacalle rural y la comida típica con un arroz campero y olla de trigo, bailes y música tradicional, centraron los actos de estas dos jornadas que han consensuado posturas sobre la dignidad y el orgullo de vivir en el campo.
En el entorno de esta celebración se ha contado con la recreación de una casa antigua y trajes típicos de las diferentes comarcas, un museo de aperos y utensilios de oficios rurales, exposición de trilla y animales, talleres de alfarería, esparto o bolillo.
Estas jornadas han pretendido conseguir un espacio para la reflexión que rompa con la visión del mundo rural como una estampa, buscar soluciones a los problemas que viven los pueblos en su día a día y reivindicar una sociedad rural tecnológica que trabaja para producir alimentos de calidad sin explotar los recursos de nuestro planeta a través de prácticas agrícolas regenerativas de suelo y paisaje; potenciando e impulsando casos de negocio que valoren el territorio a través de una economía alternativa donde el consumidor contribuya a la lucha contra el cambio climático comprando productos con valores medioambientales y sociales.
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