La Junta decide devolverlos a toda prisa hasta su residencia de origen, ante la posibilidad de que contagien a otros ancianos
El traslado de 21 ancianos de la residencia ‘Bautista Galera’ de Chirivel hasta la de El Zapillo, en la capital almeriense, para ponerlos –supuestamente– a salvo del coronavirus va camino de terminar mal. Este fin de semana se ha conocido que 13 de estos ancianos –que inicialmente parecían estar sanos– han dado positivo en las pruebas de detección del coronavirus, lo que ha obligado a la Junta de Andalucía a rectificar y devolverlos a toda prisa a su residencia de origen.
La evacuación de los 21 mayores de Chirivel tras detectarse un brote en su residencia ya fue objeto de críticas desde el principio, ya que el traslado no fue notificado a la residencia de El Zapillo, lo que obligó a los mayores a esperar en la puerta durante varias horas, como colofón a un largo viaje en ambulancia. Pero además, también se han escuchado críticas por la decisión del Gobierno andaluz de mover a ancianos de una residencia en la que aparece un brote a otra que se encuentra ‘limpia’, por la existencia de falsos negativos y, con ello, la posibilidad de estar expandiendo el virus en lugares muy delicados, como son las residencias.
Y es esto, precisamente, lo que ha ocurrido en esta ocasión, a falta de conocer si, en la decena de días que han transcurrido desde que los mayores contagiados llegaron a la residencia hasta que la han abandonado, el virus se ha expandido por una residencia, la de El Zapillo, que ya el pasado verano sufrió uno de los brotes más duros que se recuerdan en la provincia.
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