La organización ha registrado un aumento del 50% en el número de llamadas respecto al año anterior
Las consecuencias del confinamiento durante el estado de alarma al que obligó la extensión del coronavirus en todo el territorio nacional son múltiples y afectan a todos los ámbitos de la vida. En lo social, la organización Proyecto Hombre Almería acaba de dar a conocer su balance durante estos meses de estado de alarma y asegura que han aumentado hasta un 50% las llamadas tras el confinamiento respecto al año anterior.
El perfil de los demandantes de tratamiento durante la pandemia ha sido principalmente varones, de 36 años y con problemas de consumo de cocaína, alcohol y cannabis. Según información actualizada del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) sobre las implicaciones del Covid19 para los consumidores de drogas y proveedores de servicios para drogodependientes, los problemas de salud crónica subyacentes están relacionados con algunos tipos de consumo de drogas y aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades graves como “por ejemplo, compartir material del consumo puede aumentar los contagios”.
En este sentido, desde Proyecto Hombre han declarado que el colectivo “es especialmente vulnerable desde el aspecto socio económico y socio sanitario, por ello necesita una especial atención”. La entidad señala así el informe ‘Impacto covid-19 en entidades no lucrativas” de Fundación Lealtad, Deloittey AEFR, en el que se destaca que “el 70 por ciento de las entidades han registrado una disminución de ingresos que hubieran sido aportados parte de empresas y particulares que puede suponer dificultades para enfrentar el las consecuencias de la pandemia”.
Por otro lado, también subrayan, se produce “un aumento del 21 por ciento de beneficiarios mientras que el número de voluntarios se ha visto reducido hasta en un 47 por ciento debido al confinamiento”. Según EMCDDA, el Covid19 conlleva una menor disponibilidad y provisión de servicios de tratamiento y reducción de daños en la mayoría de los países europeos.
La organización asegura que “existe una dificultad económica para el mantenimiento de los programas establecidos, que ayudan cada año a más de 200 personas con problemas de adicciones o conductas desadaptativas, así como a sus familias en la provincia de Almería”.
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